Mi aprendizaje de la semana:
Esta semana ha sido igual que las demás productiva en cuanto al conocimiento adquirido y su implicación en la iglesia.
De acuerdo a Grudem en su Capítulo 39 del libro Teología Sistemática; el bautismo en el Espíritu Santo es el poder que venía del Espíritu Sano en el nuevo pacto; esto para los discípulos en pentecostés ; pero para los corintios y para nosotros en la conversión.
El bautismo en el Espíritu Santo nos hace miembros del cuerpo de Cristo: (1Co 12:13 [RV1960])
Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
El día de Pentecostés fue ciertamente un tiempo extraordinario de transición en toda la historia de la redención como se registra en las Escrituras. Fue un día notable en la historia del mundo, porque en ese día el Espíritu Santo empezó a funcionar entre el pueblo de Dios con el poder del nuevo pacto.
Ellos recibieron este extraordinario nuevo poder del Espíritu Santo porque estaban viviendo en el tiempo de transición entre la obra del Espíritu Santo en el antiguo pacto y la obra del Espíritu Santo en el nuevo pacto.
Lleno del Espíritu Santo: De acuerdo a Grudem ser lleno del Espíritu Santo no debe entenderse como un suceso singular; sino como un suceso que puede ocurrir una y otra vez en la vida de un cristiano; puede ocurrir muchas veces en la vida de la persona. Por ejemplo sucedió con Esteban:
(Hch 6:3 [RV1960])
Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.
(Hch 6:5 [RV1960])
Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía;
(Hch 7:55 [RV1960])
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios,
Gordon Fee explica que Pablo entendía que el Espíritu se recibe en la conversión, al escuchar el Evangelio con fe, no después en el Bautismo. (Apéndice: El Bautismo del Espíritu y el bautismo de agua en los escritos de Pablo”, pág.: 217).
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